jueves, 13 de noviembre de 2008

LOS CATOLICOS Y SU IGLESIA 1

Los católicos y su Iglesia: opiniones y prácticas
Catalina Romero


En América Latina, y en el Perú, la Iglesia Católica es la institución que concentra el mayor porcentaje de confianza de los ciudadanos, independientemente de la orientación de sus jerarquías locales. En esto consiste la institucionalidad de una organización cuyos valores y normas trascienden a las personas e incluso se les imponen por el peso de la costumbre, de las normas establecidas o de los criterios que son la base de la construcción de legitimidad en la institución en cuestión. Pero la institucionalidad también se construye en la participación cotidiana de sus miembros, que se sienten parte de ella, que tienen algo que decir y que con sus acciones y reflexiones la hacen vivir cada día. Esto es lo que ocurre en cada iglesia local y en cada comunidad de creyentes cuando se reúnen para practicar su fe. ¿Quién delimita las fronteras de esta institucionalidad?
Sociológicamente, las organizaciones religiosas de tipo iglesia se caracterizan porque se nace dentro de ellas, y generalmente se muere dentro de ellas, a no ser que se produzca una ruptura pública y como consecuencia la excomunión, o expulsión de la comunidad. Las religiones tipo secta son más bien consideradas por clásicos como Ernst Troelsch, o Max Weber, como organizaciones voluntarias, a las que se ingresa por convicción, a raíz de un proceso de conversión, y de las que se podría salir voluntariamente.
En el Perú y en América Latina, hemos vivido durante siglos una situación similar a la de la Cristiandad europea, definida así porque había una sola manera de ser cristianos, pero en nuestro continente se trató de una Catolicidad porque la historia del cristianismo latinoamericano se inicia después de la Reforma. Pero, desde mediados del siglo XX, esta situación de monismo religioso empezó a cambiar, acelerándose la pluralidad religiosa en algunos países como Brasil, Chile, Guatemala hacia fines del siglo XX. En la región andina el crecimiento de otras religiones era más lento, pero su presencia notoria e influyente. El contexto social religioso ha cambiado. Se sigue naciendo dentro de la Iglesia, pero cada vez hay más alternativas de cambio de religión, y de vivir sin religión. Vivimos en una sociedad plural, que intenta organizarse democráticamente, con una población dinámica que busca el progreso, a través de la educación y el trabajo, ya sea en el Perú o en otros países. ¿Cómo vivimos en este nuevo contexto los peruanos católicos nuestra pertenencia a la Iglesia?
Comenzando el nuevo milenio y a un año de la realización de la V CELAM que tendrá lugar en Brasil, ¿cuál es la situación de los católicos en el Perú?, ¿qué piensan éstos de la Iglesia y cómo practican su fe? La encuesta que solicitamos
[1] al Instituto de Opinión Pública de la PUCP[2] estaba orientada a recoger las opiniones de los católicos en todo el país sobre estos temas y algunos más que presentamos a continuación.
Cuántos somos
Un primer dato que va más allá de la encuesta es cuántos somos los católicos en el Perú. Se habla mucho del crecimiento de otras religiones y del decrecimiento del catolicismo, y durante años hemos sentido que estas percepciones eran falsas. En cierto sentido, las dos versiones tienen asidero según veremos en la Tabla 1.

[1] La investigación se ha realizado con el auspicio del Instituto Bartolomé de Las Casas y el apoyo financiero de la Conferencia de Obispos Norteamericanos.
[2] Trabajo de campo hecho por el Instituto de Opinión Pública de la PUCP los días 24 y 26 de marzo del 2006. La muestra es de 1945 adultos hombres y mujeres entre 18 y 70 años, en Lima y en ciudades del interior del país.

En el Censo del 2005 no se incluyó la pregunta sobre religión, por lo que es imposible medir la variación a nivel censal. Sólo contamos con datos muestrales que nos dan una información aproximada sobre el movimiento que está dándose en este campo. Lo más notable es que, en los últimos 25 años, la población católica habría disminuido en 22%. Pero, ¿qué ha pasado con este porcentaje de católicos? ¿A dónde se ha ido?
Si miramos los datos del Censo de 1981, los evangélicos y las otras religiones aparecen juntas en la categoría “otra”, y eran 5.2% (no sólo evangélicos entonces). En el Censo de 1993, esta cifra sube a 9.7% (si sumamos los de “otra” religión con los evangélicos). Luego, si miramos los datos sobre los evangélicos de las muestras, encontramos 6 % en 1996, 6.8% en el 2001 y 11.7% de evangélicos en el 2006. En 13 años se habrían casi duplicado los evangélicos y pentecostales en el Perú pasando de 7.2% a 11.7%, lo que es importante para ellos como grupo, pero demuestra un crecimiento lento, en comparación con otros países de la región. En todo caso, si han crecido 5.5% y lo han hecho a partir de los católicos o de los no creyentes, ¿a dónde se han ido los demás católicos?
Los porcentajes en otras religiones son mucho menores. Y en ellas podemos ver un cierto estancamiento alrededor del 1% para cada una, con una clara disminución de los israelitas después de la muerte de su fundador.
El grupo que crece más rápidamente es el de los que no tienen ninguna religión según el Censo, que en los datos de las muestras comprende a los que no son creyentes y a los que son indiferentes. Estos grupos, que habría que analizar más finamente, no llegaban a 0.2% en 1981, superan el 1% en 1993 y luego empiezan a subir en las muestras hasta llegar a 9%.
Según los datos del Censo de 1993, en las 7 arquidiócesis, donde se encuentra la mayor concentración del clero diocesano y religioso, los evangélicos eran entre el 1.5% y el 4.0%; mientras que, en los departamentos de Amazonas, Huancavelica, Huánuco, Pasco y Ucayali, la presencia de evangélicos era mayor de 15%. Esta desigualdad en la presencia evangélica en el país continúa, y podría llegar a constituir hasta el 30% de los creyentes en algunas zonas.
Un segundo dato es el referido al clero y a cómo ha ido creciendo o decreciendo en el país en este periodo.


Mientras la población ha ido creciendo, el número de sacerdotes en el Perú ha disminuido a 2,182 sacerdotes, lo que da alrededor de 10%, y se mantiene estable ese número con un clero cuya media de edad está alrededor de los 45 años. Si dividimos 27 millones de peruanos entre esta cifra, da 11,842 personas por sacerdote. Considerando que la concentración de sacerdotes está en las arquidiócesis como hemos dicho antes, el resto de los territorios eclesiásticos tendría una tasa mayor de población/sacerdote.
No sabemos cuál es la proporción adecuada población/sacerdote, pero cuando los Padres de Maryknoll iniciaban su misión en América del Sur a mediados del siglo XX, les parecía que una cifra posible era la de 1,000 personas por sacerdote. Si calculamos la tasa para 1969, tenemos que eran 7,000 personas por sacerdote, cifra que no es tan diferente ahora si sólo consideramos al 72% de la población, la católica, en el cálculo. Haciendo esta división, resultan 8,526 católicos por sacerdote.
Tomando estos datos como trasfondo, la encuesta que hemos hecho busca llegar al católico de a pie. No es un estudio de católicos que están integrados en su parroquia, que forman parte de una comunidad, o que son considerados católicos por los sacerdotes o por la jerarquía. Son católicos por autodefinición y que opinan sobre su Iglesia, institución a la que pertenecen y a la que acuden cuando tienen problemas, quieren un sacramento o buscan hablar con alguien.
Cómo se autodefinen los creyentes
Podríamos preguntarnos si hoy día la definición de una persona como creyente y como católica es más pensada de lo que era antes, pero no tenemos manera de saberlo. Nos acercamos al creyente porque, así como empieza a contar la opinión de los ciudadanos en la sociedad y en la política, puede estar formándose una opinión en la Iglesia, donde los creyentes, además de ser fieles, son miembros de una organización que les ofrece algo y de la que esperan algo. Miremos algunas preguntas.
Un primer acercamiento al tema de la religión ha sido preguntar por la creencia o no creencia, y luego por la pertenencia religiosa. El 91% de los peruanos dice ser creyente; el 4.23%, no creyente; y el 4.72%, indiferente. De este 91%, 79% son católicos y 13% son evangélicos o pentecostales. El 7.5% pertenece a otra religión o a ninguna, pero se declara creyente. A los creyentes, les hemos preguntado si se consideran personas entre muy religiosas y nada religiosas. Y hemos relacionado esta pregunta con la frecuencia de asistencia a misa, que es el indicador que se utiliza para definir la práctica de los católicos. Cabe mencionar que, en Europa, la práctica religiosa en términos de asistencia a misa ha disminuido mucho y por eso se habla de una secularización de la sociedad europea; pero, en el Perú, la práctica medida en los mismos términos no es baja. No tenemos referencias para medir si ha disminuido o aumentado, pero sí podemos decir que es bastante alta por los resultados obtenidos que presentamos en la Tabla 3.
Comparando este tipo de práctica con la del informe sobre La situación de la religión en España a principios del siglo XXI, publicado por el CIS en el 2002, tenemos que mientras que, en Perú, el 71.2% dice que asiste a misa una vez al mes o más, en España, 39% dice hacerlo, 25% dice que asiste varias veces al año, y otro 25% no lo hace nunca. Los resultados se presentan en la Tabla que sigue.