Jóvenes evangélicos dialogan sobre derechos humanos
Un grupo de jóvenes líderes de diversas denominaciones e instituciones evangélicas se reunieron para dialogar acerca del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), la situación de los derechos humanos en el Perú, y evaluar la acción de la Iglesia ante esta realidad.
Víctor Liza JaramilloLima, miércoles, 10 de septiembre de 2008
El conversatorio – taller que se desarrolló el pasado 6 de septiembre en el local del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP) fue impulsado por el Programa de Juventud y Ciudadanía del Centro Cristiano de Promoción y Servicios (CEPS), con la idea de levantar propuestas para promover procesos de Cultura de Paz en el interior de las congregaciones.
En primer término, se desarrolló una conversación entre los jóvenes, en la que concluyeron que gran parte de la Iglesia no participó de estos temas, por considerar que era “meterse en política”. También indicaron que esto se debía a una visión “dualista” de las cosas, al oponer “Iglesia” y “Mundo” entre sí, producto de una formación teológica conservadora.
Además, agregaron que un sector de la comunidad evangélica sólo reaccionó cuando “fueron tocados”, en alusión a la matanza en la Iglesia Presbiteriana de Callqui (Ayacucho), a manos de Sendero Luminoso, acaecida en 1984, en el marco del violencia política ocurrida en el país entre 1980 y 2000.
Pese a estas consideraciones, se reconoció la importante labor de la CVR en la difusión de estos temas, y que se han mostrado avances en cuanto al fortalecimiento de la democracia y el empoderamiento de las organizaciones sociales, en las cual un sector de la iglesia evangélica ha hecho una importante contribución.
Por su parte, el pastor Rafael Goto, quien expuso acerca de las recomendaciones de la CVR, manifestó que el Perú es “una sociedad de post-conflicto”, y que ante ello es necesario ser agentes de “oracción” (sic), matizando la actitud de búsqueda de Dios con acciones concretas para promover los derechos fundamentales entre la juventud evangélica.
Tras los trabajos en grupo, los jóvenes propusieron la promoción de núcleos de jóvenes evangélicos, que trabajen desde la reflexión bíblica y el análisis social los derechos humanos y la cultura de Paz, para promoverla en las iglesias.
Un grupo de jóvenes líderes de diversas denominaciones e instituciones evangélicas se reunieron para dialogar acerca del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), la situación de los derechos humanos en el Perú, y evaluar la acción de la Iglesia ante esta realidad.
Víctor Liza JaramilloLima, miércoles, 10 de septiembre de 2008
El conversatorio – taller que se desarrolló el pasado 6 de septiembre en el local del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP) fue impulsado por el Programa de Juventud y Ciudadanía del Centro Cristiano de Promoción y Servicios (CEPS), con la idea de levantar propuestas para promover procesos de Cultura de Paz en el interior de las congregaciones.
En primer término, se desarrolló una conversación entre los jóvenes, en la que concluyeron que gran parte de la Iglesia no participó de estos temas, por considerar que era “meterse en política”. También indicaron que esto se debía a una visión “dualista” de las cosas, al oponer “Iglesia” y “Mundo” entre sí, producto de una formación teológica conservadora.
Además, agregaron que un sector de la comunidad evangélica sólo reaccionó cuando “fueron tocados”, en alusión a la matanza en la Iglesia Presbiteriana de Callqui (Ayacucho), a manos de Sendero Luminoso, acaecida en 1984, en el marco del violencia política ocurrida en el país entre 1980 y 2000.
Pese a estas consideraciones, se reconoció la importante labor de la CVR en la difusión de estos temas, y que se han mostrado avances en cuanto al fortalecimiento de la democracia y el empoderamiento de las organizaciones sociales, en las cual un sector de la iglesia evangélica ha hecho una importante contribución.
Por su parte, el pastor Rafael Goto, quien expuso acerca de las recomendaciones de la CVR, manifestó que el Perú es “una sociedad de post-conflicto”, y que ante ello es necesario ser agentes de “oracción” (sic), matizando la actitud de búsqueda de Dios con acciones concretas para promover los derechos fundamentales entre la juventud evangélica.
Tras los trabajos en grupo, los jóvenes propusieron la promoción de núcleos de jóvenes evangélicos, que trabajen desde la reflexión bíblica y el análisis social los derechos humanos y la cultura de Paz, para promoverla en las iglesias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario